Radiante cómo el sol, vestida de luz, cuajada de blancura envuelta en rosas blancas, con la Rosa de Oro a tus plantas, eres nuestro faro en medio del trance de esta pandemia.
Así necesitamos verte: guiándonos en el camino, protegiendo a todos los que en primera línea se están dejando lo mejor de sí mismos para salvarnos a todos. A tantos que todos los días trabajando se exponen a este maldito virus por nuestro bienestar.
Este último domingo de abril pasará a la historia. Pero tu Camarín estará más lleno que nunca de cientos, miles, centenares de miles de corazones latiendo juntos, pidiendo que los protejas y nunca les falte la luz y la esperanza.
Los niños imploran al Divino Niño, los ancianos en ti confían suplicantes,,,, Todos, todos, en ti confiamos.
Alúmbranos en este camino tan duro de esperanza: Con el manto del Centenario. Así nos la presenta nuestra Cofradía Matriz, vestida por su Camarera la Hermana Mayor Isabel Barrios.
El conjunto de manto, mantolín del Niño y saya de la Virgen fueron diseñados y elaborados en 2009 por Pedro Palenciano en tisú y bordados en oro fino en estilo barroco, con profusión de rocallas y elementos vegetales, destacando en el centro del manto el escudo de la Cofradía Matriz sobre los rayos de un sol radiante.
Fue donado a la Santísima Virgen por su Cofradía Matriz con todos los devotos de todas partes que se sumaron al proyecto, con motivo del Centenario de su Coronación Canónica.
Las coronas y el rostrillo de la Virgen también son las del Centenario de la Coronación, resultando todo el conjunto una auténtica ascua de luz que envuelve a la Madre y al Hijo, resaltando sobre todo sus divinos rostros morenos.
La Virgen y el Niño Dios lucen las galas y distinciones que a lo largo de los tiempos les han sido ofrecidas y a sus plantas, junto a la luna de plata tantos y tantos como nos han dejado durante esta pandemia. No se han ido solos, tened la seguridad aunque la tristeza os invada, de que Ella los ha recibido en su Camarín los ha puesto delante suyo por los siglos de los siglos.
Que la luz de la Madre desde este Camarín Sagrado, alumbre siempre nuestras vidas y esperanzas y que nunca olvidemos que en las noches oscuras del alma, nuestra Madre en su Camarín no se cansa de esperarnos.
¡Desde la cumbre de Sierra Morena,
La Virgen y su Hijo aquí nos esperan!
Por los que luchan por nosotros, por los niños y jóvenes, por los que se han quedado sin trabajo, por los que sienten la tristeza, por los que nos han dejado, por todos sus hijos:
¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA!
¡VIVA SU DIVINO HIJO!
¡VIVA NUESTRA COFRADÍA MATRIZ!
¡VIVAN NUESTRAS COFRADÍAS FILIALES!
¡VIVA AHORA MÁS QUE NUNCA LA VIRGEN DE LA CABEZA!
Fotos; Real Cofradía Matriz Virgen de la Cabeza
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