miércoles, 1 de abril de 2020

Vía Crucis CR: XII Estación

DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús en la cruz, su Madre y el discípulo

Cofradía de Longinos
Fotografía Laura Arroyo
V/. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
Del Evangelio según san Juan 19,25-27:
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
MEDITACIÓN
Alrededor de la cruz, gritos de odio; al pie de la cruz, presencias de amor. Está allí, firme, la madre de Jesús. Con ella otras mujeres, unidas en el amor en torno al moribundo. Cerca, el discípulo amado, nadie más. Sólo el amor ha sabido superar todos los obstáculos, sólo el amor ha perseverado hasta al final, sólo el amor engendra otro amor. Y allí, al pie de la cruz, nace una nueva comunidad; allí, en el lugar de la muerte, surge un nuevo espacio de vida: María acoge al discípulo como hijo, el discípulo amado acoge a María como madre. «La tomó consigo entre sus cosas más queridas» (Jn 19,27), tesoro inalienable del cual se hizo custodio. Sólo el amor puede custodiar el amor, sólo el amor es más fuerte que la muerte (cf. Ct 8,6).
ORACIÓN
Jesús, Hijo predilecto del Padre, a los sufrimientos padecidos en la cruz se añade el de ver junto a ti a tu Madre quebrantada por el dolor. Te confiamos la desolación y el retorno de los padres turbados ante los sufrimientos o la muerte de un hijo; te confiamos el desaliento de tantos huérfanos, de hijos abandonados o dejados solos. Tú estás presente en sus sufrimientos, como lo estuviste en la cruz, junto a la Virgen María. Que venga el día del encuentro, en el cual será enjugada toda lágrima y habrá alegría sin fin.
Jesús, moribundo en la cruz, confías tu Madre al discípulo amado, el Apóstol virgen a la Virgen pura que te llevó en su seno.
R/. A ti la alabanza y la gloria por los siglos.
Todos: Padre nuestro...

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